Con Carlos Semprún, Loleh Bellon y Antoine Chao
El autor va buscando los Grecos que hay en manos privadas (familia Urquijo, familia Marañón) y los que están en iglesias (Illescas, El Bonillo). Y de paso retrata una España crítica (con los versos de Juan del Encina "Triste España sin ventura,/ todos te deben llorar./Despoblada de alegría,/para nunca en ti tornar", que se repiten sin cesar) y el enorme peso de la religión y de la convención social.
"Un film donde la fidelidad a un paisaje desolado se resuelve en poesía y amargo amor. El profesor Torres Martín, el Marqués de Lozoya, Belén Marañón, Iñigo Álvarez de Toledo y el pintor Antonio Saura desfilan por esta historia en la que El Greco es pretexto y fin. Un vecino de El Bonillo, llamado José María Ordoñez pasa también con sus palabras repentinamente mágicas, desencadenando la risa purificadora." - José Miguel Ullán. Destino, 1973.