Hay dos maneras de conocer a un cineasta: conocer su obra, o conocer aquellas películas que, como un sendero de baldosas amarillas, terminan desembocando en sus imágenes. Ben Russell, ganador del Gran Premio Punto de Vista 2010 con su sorprendente Let Each One Go Where He May, y miembro del jurado en esta presente edición, traza él mismo ese camino hasta desembocar en su más reciente trabajo, eligiendo un grupo de películas breves en las que podemos rastrear los ecos de su trabajo. Porque en la disyuntiva entre profundizar en sus imágenes o recorrer de su mano el camino que le condujo a filmarlas, hemos querido optar por este segundo sendero, más escarpado y mucho menos transitado. Un camino radical, porque conduce directamente a las raíces del cine de Russell: animales, países lejanos, y una antropología experimental que conduce a un cine entendido como un camino de trance espiritual.