El cine como diálogo, las imágenes como una conversación. Recuperando la vieja costumbre literaria de los intercambios epistolares entre artistas, campo de creatividad, discusión y debate, el CCCB (Centre de Cultura Contemporània de Barcelona) puso en marcha hace años una iniciativa de correspondencias visuales entre creadores, no necesariamente cercanos. Un proyecto por el que han pasado cineastas como Víctor Erice, Abbas Kiarostami, Isaki Lacuesta o Naomi Kawase, entre otros. Los últimos en hacer pública esa correspondencia son Jonas Mekas y José Luis Guerin, el auténtico padre del diario filmado, y su reciente discípulo catalán. Ambos dos, cámara digital en mano, han trabajado durante meses siguiendo a rajatabla un estricto plan: levantar una correspondencia audiovisual en la que poner en práctica un cine que reacciona ante la vida. ¿Qué sale del diálogo entre un practicante experimentado del cine más pegado a la cotidianidad y un cineasta recién llegado a la práctica más íntima de las imágenes?