De chaque instant

De chaque instant, de Nicolas Philibert. Francia. 2018. 105 min.

La cámara del cineasta se adentra en la escuela de formación de Enfermería de Croix-Saint Simon, en Montreuil (Francia) y acompaña a los jóvenes estudiantes en sus clases teóricas, su formación práctica y sus primeros contactos y asistencia con pacientes hospitalarios, de diferentes perfiles y dolencias. De esa su primera experiencia en el campo de batalla hospitalario, surgen emociones inesperadas, lecciones de vida y aprendizajes que la cámara del cineasta registra. Un documento extraordinario sobre lo que sienten y a lo que se enfrentan los profesionales de enfermería durante su formación y su día a día.

Los jóvenes programadores presentan…

Somos jóvenes estudiantes de bachillerato o grado superior en institutos de Navarra y queremos agradecer al Festival Punto de Vista y programa Moving Cinema la oportunidad de adentrarnos en la teoría y la práctica de programar películas y darlas a conocer al público en general.  

De chaque instant nos fascinó desde el primer momento por muchos motivos. En primer lugar, por el impacto y las emociones que sentimos mientras la veíamos. Tuvimos la sensación de asomarnos a un mundo que desconocíamos, el interior del trabajo de los sanitarios en el hospital. y en particular de los enfermeros y asistentes. Aunque alguna vez hayamos podido acudir a un hospital como pacientes lo cierto es que a todos nos cuesta mucho imaginar lo que se ve y se siente desde el otro lado, el de los que luchan ayudando y acompañando a personas que sufren o incluso fallecen en sus manos. La película de Philibert consigue que nos pongamos por primera vez en su lugar y que empaticemos con lo que sienten, experimentan y aprenden en ese trabajo tan duro. Ver una película así te transforma y la próxima vez que acudamos a un hospital muy posiblemente veremos las cosas de una manera nueva a como las veíamos antes.

Philibert se internó en la escuela de Enfermería y estuvo rodando con su cámara durante seis meses tanto las clases teóricas de sus estudiantes como sus primeras prácticas y asistencia a pacientes. Y después recogió también sus testimonios ante los tutores de la Escuela de Capacitación. Ese recorrido temporal a lo largo de sus experiencias es el que da estructura a la película y nos permite como espectadores introducirnos poco a poco y acompañarlos en ese camino, lo recorremos como hacen ellos. Es decir, una película, el cine, nos ayuda a experimentar en buena medida lo que pueden sentir sus protagonistas, a ponernos de su lado e identificarnos con ellos.

En una de sus entrevistas recientes, Philibert nos dice que se plantea el cine como un proceso de aprendizaje de la vida y que a su vez uno de los temas frecuentes de su filmografía es el de retratar ámbitos sociales donde la gente está en proceso de aprendizaje, como las escuelas de enseñanza o en este caso la de alumnos de enfermería. Mientras veíamos De chaque instant -como espectadores y programadores de la película- sentimos que estábamos aprendiendo nosotros también, del mismo modo que su director iba aprendiendo mientras la rodaba y también cómo los estudiantes de enfermería aprendían su oficio. Su argumento, su estructura y las circunstancias de sus personajes van asomando conforme fue rodada y esa experiencia se transmite al espectador cuando asiste a su proyección. Es cada espectador/a, como son todas y cada una de las enfermeras/os que la película retrata, los que sacarán para sí mismos las propias conclusiones. El cineasta no nos impone su mirada, ni sus conclusiones, sino que nos deja a nosotros esa libertad.

De chaque instant (y las películas de Philibert) pertenece a ese tipo de cine que trata de aprender a mirar, acercando la cámara a mundos que a veces nos pasan desapercibidos, aportándonos sus imágenes como documentos de lo real. Al verla, hemos podido saber muchas cosas que no aprendemos simplemente con la información que nos aportan los periódicos o los medios informativos. Por ejemplo, durante la pandemia del Covid hemos oído hablar mucho en las televisiones sobre los sanitarios o de los hospitales pero solo una película así nos puede hacer comprender realmente lo que sienten y a lo que se enfrentan los trabajadores de un hospital, y en concreto las y los enfermeros. La película de Philibert está rodada poco antes de que empezara la pandemia y eso la hace aún más importante: es un documento antes y después de que todo eso sucediera.

Un aspecto que nos ha interesado mucho, nos plantea preguntas y creemos importante destacar es el modo que tuvo Philibert de situar las cámaras durante el rodaje y ganarse la confianza de las personas retratadas, los alumnos de enfermería, médicos profesionales y pacientes. Creemos que solo un cineasta experimentado puede lograr esos testimonios, metiéndose en la intimidad de las aulas de la escuela de enfermería y habitaciones del hospital. Queremos destacar ese aspecto porque es algo que contribuye a que el espectador sienta que lo que está viendo es real y que la presencia de la cámara no lo adultera ni lo condiciona, a fin de que podamos como espectadores vivirlo como si estuviéramos allí dentro, con sus protagonistas.

Por todo esto, hemos programado De chaque instant en el Festival Punto de Vista de 2022 con el deseo de que el público pueda vivir la experiencia que ha supuesto para nosotros. Y con la convicción de que es una película necesaria, que puede interesar a espectadores de todo tipo y de todas las edades.

No os la perdáis.

Marco Atiencia, Ainhoa Daj, Nerea Romero,
Iranzu Sola, Ibón Soteras, David Undiano
Jóvenes Programadores Moving Cinema x Punto de Vista 2022

El equipo de Jóvenes Programadores ha trabajado acompañado por Mercedes Alvarez y Arturo Redín. Es la primera edición en que el festival Punto de Vista pone en marcha la iniciativa con el apoyo de Fundación Caja Navarra.

Jóvenes Programadores Moving Cinema es un proyecto europeo de A Bao A Qu, desarrollado con el soporte del programa MEDIA de Europa Creativa.