Una película sobre la soledad, el amor hacia los más allegados, las huellas del tiempo y el poder de la naturaleza. Liberada de cualquier convención cinematográfica, Kawase se lanza a la aventura de buscar el poder sugestivo y sensible de las imágenes y el sonido, confirmando la valía de una de las cineastas más originales y valientes del panorama internacional.
Naomi Kawase
Estudió fotografía en la Escuela de Osaja, y la recomendación de un profesor, "trabaja el tema que te resulte inevitable", dio lugar a su primera película, Ni tsutsumarete / El abrazo (1993), que describe el viaje de la autora en busca de su padre. Representante por excelencia de la última generación de cineastas japoneses, ha sacado a la luz una de las corrientes subterráneas del documental nipón: el cine que mira hacia la intimidad y el autorretrato. Alternando ficción y documental, ha recibido premios por todo el mundo. Moe no suzaku (1997), su primera película de ficción, ganó la Cámara de Oro en Cannes.