Kenko Okuzaki vivió uno de los episodios más sangrientos de la Guerra del Pacífico: los soldados se dispersaron en la jugla, y casi cien de ellos murieron de malaria y hambre. Ese episodio marcó para siempre a Okuzaki, convencido de que las almas de aquellos soldados han vuelto a visitarnos. Rodada a lo largo de cinco años, la película tuvo muchos problemas para su distribución, tanto por el contenido de las imágenes y las revelaciones sobre canibalismo dentro del ejército como por las acusaciones al Emperador y a sus mandos realizadas por Okuzaki.
Nota sobre el título: Según el propio Kazuo Hara el título en inglés no se ajusta al espíritu del título japonés. Según la versión inglesa debería ser God Army Marches On. Aquí se sigue esta recomendación aunque se recuerda que el título internacional por el que se conoce la película es The Emperor's Naked Army Marches On.
Kazuo Hara
Abandonó el Instituto Técnico de Fotografía de Tokio porque "a través de la fotografía sólo llegaba a conocer a la gente de manera muy superficial". Influenciado por Ogawa y Tsuchimoto se interesó por el cine documental y a punto estuvo de incorporarse a la disciplina de Ogawa Productions. Optó sin embargo por iniciar una carrera independiente que serviría de puente entre los dos grandes extremos del cine documeental de los últimos treinta años: el docuemntal colectivo de los años sesenta y el cine privado de los noventa. Su filmografía está compuesta por las siguientes obras: Sayonara CP (Goodbye CP, 1972); Kyokushiteki erosu: Renka (1974) (Private Eros: Love Song); Yuki yukite shingun (The Emperor's Naked Army Marches On), Premio Caligari en el Festival de Berlín, Gran Prix del Cinema du Réel y Premio de la Crítica en Rotterdam; Zenshin shosetsuka (A Dedicated Life, 1994), elegida como mejor película del año por la revista "Kinema Jumpo"; Watashi no Mishima (My Mishima, 1999); y el largometraje de ficción Mata no hi no chika (2005).