Como cada año, el festival tiene interés en mostrar el trabajo de aquellos cineastas que forman parte de nuestro jurado internacional. En este caso son tres nombres, con conceptos cinematográficos muy diversos, los que ocupan esa posición. Por un lado, el ganador del Gran Premio Punto de Vista en nuestra anterior edición, J.P. Sniadecki, que regresa con tres nuevos films de muy diferente factura y dos de ellos estreno absoluto en nuestro país. Por otro, Bill Brown, huidizo cineasta que prefiere vivir alejado del mundanal ruido de los grandes centros de producción (aunque sea independiente) de su país, Estados Unidos. Bill Brown realiza su trabajo de una manera callada, artesanal. Hasta un total de nueve films (de entre 2 y 43 minutos de duración) suyos podrán verse en el festival a modo de extensa introducción en España a su trabajo. Y, por último, Christian Von Borries, de formación musical y alejado de cualquier ortodoxia fílmica, con dos películas que son verdaderos ejercicios de vampirismo contemporáneo en términos fílmicos. Películas frescas, provocadoras, incontenidas e incontenibles, facturadas con retazos y desparpajo para realizar una denuncia global del sistema a partir de sus propios elementos. Sin duda los seis programas que agrupan su trabajo son el complemento ideal para nuestra competición: una declaración de porqué nos amamos el cine y de porqué hacemos lo que hacemos que queremos compartir con todo el público de Punto de Vista.