Todas las películas están hechas de tiempo, pero hay algunas que tienen más tiempo que otras. Este programa rinde homenaje a estas últimas y se centra en filmes que interrogan, discuten, elogian, danzan o tratan de derrotar el paso de las horas, los días y los años.
Todo empieza con un parto, como inicio de los inicios, de la mano de Stan Brakhage. En la primera sesión, envejecemos junto al cine recorriendo en varios cortos las distintas edades del hombre en rigurosa cronología desde la infancia hasta la vejez.
Para gustos más experimentales, Tiempos modernos, un programa donde a través de diferentes armas cinematográficas, como el time lapse, las elipsis o la doble exposición, los cineastas han jugado a ser dioses para fabricar su propio tiempo y jugar con él a su favor. Los más osados, nos acompañan en la sesión que propone Desarmar un reloj, otro programa donde una decena de cortos concentran el tiempo del cine en su mínima expresión, de la nada al frame, y se muestran progresivamente en duración: 1 segundo de Marcel Broodthaers, 10 segundos de Bruce Conner, 60 segundos de Christoph Girardet… y así hasta completar el tic tac de la hora.
Y lanzados al tiempo, se propone, además de esos viajes formales, conjugarlo en filmes más temáticos durante tres programas diferentes: Pasado compuesto, con dos grandes ejemplos de películas que miran hacia atrás para componer una nueva memoria; Presente continuo, con tres filmes donde el instante actual se eterniza hasta dejarlo sin final y Futuro simple, donde todo tiende a un fin que es similar a su principio, como tiempo circular.
Otro programa llamado El tiempo sin nosotros cubrirá un cine con forma de interrogante. Filmes donde el realizador se retira y un tiempo misterioso y extraño fuera de su control es el que queda de manera flotante: lo supratemporal, el no tiempo, la nostalgia. Fuera también de esa mecánica concebida desde el reloj, están enmarcados el preludio, la coda y el epílogo de este ciclo, donde se hace honor al tiempo más puro, el que late en la naturaleza, sus paisajes y sus ritos y del que seremos testigos en Il pianeta azzurro de Franco Piavoli, Navarra 4 estaciones de Pío Caro Baroja y Vita brevis de Thierry Knauff. El tiempo perdido.
Ten Years Older, diez años más viejos… como homenaje al gran filme de Herz Frank, Ten Minutes Older, presente en este ciclo y en anteriores ediciones de Punto de Vista, una película que no envejece, a pesar de su título y su propósito, y que queremos que siga la estela que este programa persigue: celebrar a golpe de filme nuestros 10 años de supervivencia como festival. 50 filmes en 10 programas, armados con pura matemática y con el tiempo en su mayor misterio y fuerza, sin tratar de resolver preguntas sino de lanzarlas, conscientes de la imposibilidad que señalaba San Agustín sobre el tiempo:
Si me preguntas lo que es, no lo sé.
Si no me lo preguntas, lo sé.