Ixiar Rozas Elizalde. Escritora. Trabaja la materialidad de la voz y el lenguaje. Sus libros y materiales se han publicado en varios países e idiomas: Negutegia (2006-2009), Ejercicios de ocupación. Afectos, vida y trabajo (2015), Beltzuria (2014-2017), 20.20 (2016). Doctora en Bellas Artes, en la actualidad es profesora de educación artística y miembro de Azala espazioa.
Rafael Martínez del Pozo. Músico, organizador de sonidos al aire, amplificados o grabados. Ahora desarrollando el Taller de Protomúsica y el proyecto de canciones A A Tigre. Colabora con artistas como E. Collado, L. Alvarez, M. Borthwick, A. Urra, B. Fluxá, F. de La Flor, I. Rozas. Vive y trabaja desde su estudio de sonido Grabaciones de Campo, en Castro de Cepeda (Leon), desde 2009.
La acción de susurrar en el límite de la escucha.
El susurro es una modalidad de la voz.
La voz está íntimamente conectada a las maneras en las que nos hacemos sujetos. La voz y la boca, su órgano, en cuyas superficies y movimientos suceden una multitud de vocalidades y bocalidades.
Algunas son escuchadas. Otras se sitúan en el límite de la escucha. Y otras son actuadas en silencio.
El susurro se relaciona con la seducción, el secreto, la conspiración. O con algo que quiere ser suavizado. Se mueve entre la intimidad y el hecho intimidatorio. Una palabra susurrada puede pasar de ser un acto sensual, a conectarnos con nuestros miedos más ocultos.
Y, sin embargo, la lengua susurrante acerca la respiración a la palabra, y la palabra a la respiración.
Y llevar el susurro al espacio, sonorizarlo: ahí donde tal vez se produce la imagen.
Y el sentido de las palabras se sitúa en otro lugar, en su punto de fuga, en su paisaje.
Y las palabras atraviesan varias lenguas, que son umbrales de otras, que son pasajes.
Seres serpenteantes surcan la noche.
Xuxurla zuxurla zuzura zuzuri zuzuro susurro.
Un casi digo un casi escucho.