En 2018 nació DOKBIZIA, un encuentro interdisciplinar que pretende provocar un cruce entre lenguajes y artistas que trabajan en torno a lo real. Este programa, que atiende al documental dentro y fuera de la pantalla, plantea un itinerario de diversos formatos: proyecciones, conferencias performativas, piezas escénicas y site-specific o performances.
«El sol estalló detrás de sus párpados cerrados». — Yukio Mishima.
Lois Patiño y Xabier Erkizia colaboran actualmente en varios proyectos que exploran las posibilidades expresivas del sonido y la imagen más allá de las convenciones del cine. Explorar el espacio del Planetario se presenta como una oportunidad perfecta para traspasar esos límites. En la sesión podremos asistir a diferentes pruebas que están realizando para dos proyectos: Samsara, que trabaja en torno a la idea del ciclo de muerte y renacimiento budista; y El sembrador de estrellas, que propone una experiencia contemplativa de la ciudad nocturna de Tokio.
Lo que van a escuchar es una cara de un próximo LP, The Works and Days: The Black Sections, que surgió de la película The Works and Days (of Tayoko Shiojiri in the Shiotani Basin). La película es el segundo largometraje de C.W. Winter y Anders Edström, una ficción geográfica de ocho horas de duración rodada durante catorce meses en un pueblo de montaña de la prefectura de Kioto, en Japón. El álbum es un collage sonoro reeditado a partir del material de producción de la película que incluye extractos musicales de Tim Berne & Bill Frisell, Tony Conrad, Graham Lambkin, Mary Jane Leach, Alvin Lucier, Phill Niblock, Folke Rabe, Éliane Radigue y Akio Suzuki.
«Más allá (o más acá) de los estilos de lectura que cada época contiene y adhiere a los textos que en ella se leen; y más allá (o más acá) de las partituras que los propios poemas constituyen para la lectura en alto y en silencio, ¿qué diferencia hay entre decir un poema y decir un poema no? Siempre me pareció que la diferencia (la pausa, el tono) es muy frágil y que todas esas gradaciones que la poesía transita entre el habla y el recitado, y después, entre el recitado y el spoken word, son también la poesía. Con esta pieza quiero hacer la más sencilla de las performances de la lectura de un poema para desplegar los poemas de Salitre, un libro escrito en la lengua de contar los sueños».
«Muy temprano, daremos un paseo de varias horas recorriendo el espacio generado entre Retrato de un gudari llamado Odiseo, en la Ciudadela, hasta la Fuente de Alzuza del escultor Jorge Oteiza. Una especie de acción colectiva que forma parte del proyecto El final de un vacío es el principio de otro, realizado para el Museo Oteiza. Me planteo el vacío oteiciano como materia de trabajo, pero no el que se genera entre los elementos de una escultura sino entre dos de sus esculturas. Esto me lleva a espacios poéticamente activos de cincuenta centímetros de largo pero también a esculturas imaginarias de siete mil kilómetros. Es una especie de principio de trabajo delirante que me conduce a relacionar el vacío con elementos más afines a mi trabajo como el caminar, la cartografía, la provocación de situaciones y lo narrativo, pensando en la raíz común de vacío con términos como vago, vacaciones y vagabundo». — Fermín Jiménez Landa
«Esta obra, creada para el festival Encontros do DeVIR, se desarrolló en torno al proceso de desertificación/deshumanización de la sierra de Caldeirão, en el interior de Algarve, al sur de Portugal. He filmado en la montaña y también he incorporado imágenes mías en la obra, pero, sobre todo, he utilizado las películas de Michel Giacometti, especialmente las grabaciones de las canciones de trabajo. Con este “panorama general” de los montañeses de Caldeirão, me dirijo en esta obra a las diferentes personas que poseen un conocimiento que hemos perdido, un saber sobre el vínculo entre el cuerpo y el espíritu, entre la vida cotidiana y el arte. Un conocimiento que podemos (y debemos, por nuestro propio bien) rescatar. Mi danza del final, con mi precioso tronco de corcho, es mi tributo a este conocimiento». —Vera Mantero.
Un escritor aficionado, llamado también Oier Etxeberria, escribe un guión cinematográfico para el post-jesuita Padre Laburu. Una película que transcurre en un futuro-pasado en el que la Basílica de Loyola y buena parte del mundo han sido subsumidos por el Adicionador de Voluntades, un artilugio que Laburu diseñó para El Pedigree, un teatro de ciencia ficción de su amigo Ricardo Baroja. Sin desvelar la trama ni el final del filme, esta presentación servirá para entender mejor el funcionamiento de esta máquina óptica conocida por su capacidad de proyectar modelos antropológicos (seres vivos) y no meras representaciones.