«Esta obra, creada para el festival Encontros do DeVIR, se desarrolló en torno al proceso de desertificación/deshumanización de la sierra de Caldeirão, en el interior de Algarve, al sur de Portugal. He filmado en la montaña y también he incorporado imágenes mías en la obra, pero, sobre todo, he utilizado las películas de Michel Giacometti, especialmente las grabaciones de las canciones de trabajo. Con este “panorama general” de los montañeses de Caldeirão, me dirijo en esta obra a las diferentes personas que poseen un conocimiento que hemos perdido, un saber sobre el vínculo entre el cuerpo y el espíritu, entre la vida cotidiana y el arte. Un conocimiento que podemos (y debemos, por nuestro propio bien) rescatar. Mi danza del final, con mi precioso tronco de corcho, es mi tributo a este conocimiento». —Vera Mantero.
Vera Mantero estudió danza clásica con Anna Mascolo y bailó en el Ballet Gulbenkian entre 1984 y 1989. En 1987 comenzó a coreografiar y desde 1991 ha estado presentando su trabajo, tanto en solitario como en grupo, por Europa, Argentina, Uruguay, Brasil, Canadá, Singapur, Corea del Sur y Estados Unidos. Mantero participa regularmente en proyectos internacionales de improvisación junto con improvisadores y coreógrafos como Lisa Nelson, Mark Tompkins, Meg Stuart y Steve Paxton. Desde el 2000, también ha estado explorando el trabajo vocal, ya sea cantando el repertorio de diferentes autores o cocreando proyectos de música experimental. Enseña regularmente composición e improvisación.
En colaboración con el Teatro Gayarre.