Y arquitectura un sueño de palmera
Patxi Burillo
España, 2023, 14 min, 16 mm a digital, color, español
Producción: Sara Hernández Askasibar, Elías Querejeta Zine Eskola. Dirección de fotografía: Pablo Paloma. Ayudante de cámara: Jorge Castrillo. Sonido directo: Óscar Vincentelli. Diseño de sonido: Jorge Bergia, Pablo Rivas. Dirección de arte: Javier Sáez. Fotografía fija: Andrea Iañez. Montaje: Jaume Claret Muxart. Color: Clara Rus
Noizko basoa
Mikele Landa
España, 2022, 23 min, 16 mm a digital, color, euskera
Dirección de fotografía: Ernesto Martinez Bucio, Mikele Landa Eiguren. Montaje: Mikele Landa Eiguren. Sonido: Aizpea de Atxa Cancel, Malen Nicholson Gorostiaga, Mikele Landa Eiguren, Ernesto Martinez Bucio, Xanti Salvador. Participantes: Ea, Natxitua eta Bedaronako Basokideak, Haizeder eskolako haurrak. Voces: Aitziber Madariaga, Nere Muniozguren, Unai Laresgoiti, Joxe Mari Landa, Bego Aspiazu, Karmelo Landa, Kepa Legina, Eduardo Mancisidor, Mariasun Totorikaguena
Hay ciertas imágenes y conceptos que resuenan entre Y arquitectura un sueño de palmera, de Patxi Burillo, y Noizko basoa, de Mikele Landa. Para empezar, una imagen: unas manos sobre la tierra. En la pieza de Burillo las manos, cuatro, dibujan la planta de un edificio, como si la estuvieran imaginando a través del tacto. En la película de Landa, las manos, varias, plantan árboles. Con azadas y las botas puestas. Removiendo la tierra. Como si también ellos estuvieran imaginando un bosque que no saben si nunca llegarán a ver. Pasemos a los conceptos: espacio, tiempo y transformación. En la película de Burillo, una ermita que con el tiempo se transforma en spa, luego en museo y, finalmente, vuelve a ser una ermita. En la de Landa, un bosque que dejó de serlo pero que, seguramente, volverá a convertirse en él. Son paisajes en transformación atravesados por el tiempo y por personas. Personas a las que escuchamos de fondo, un poco como en un segundo plano. Como si no quisieran robarle protagonismo al espacio, al paisaje. Pero que, a la vez, nos hablan de cosas tan importantes como los nombres de los árboles y los nombres de las personas: lizar (fresno), urki (abedul), haritz (roble), pago (haya), elorri (espino), astigar (arce), gaztainondo (castaño), gorosti (acebo), Ekhi, Paul, Maddi, Amets, Izar, Libe, Lizar, Adei. De hecho, hay una niña que nos dice: «Entzun, entzun» (Escuchad, escuchad). También hay un diálogo en la propia textura de las piezas: las dos filmadas en 16 mm, con ese poder del fílmico de atrapar, justamente, el tiempo.
Lur Olaizola