S.T. Orbea (Orduña) es un vídeo de 42 minutos dedicado a la grabación de un objeto cotidiano, una bicicleta de carreras – concretamente el modelo “Orduña”, topónimo de una localidad vizcaína– que fue fabricada por la empresa vasca Orbea entre 1970 y 1980.
El trabajo explora la especificidad del objeto, siguiendo una metodología de grabación analítica y estructural, es decir, un proceso en el que lo narrado y el modo en que se mueve la cámara –recorriendo las diferentes partes de la bicicleta– se convierten en una operación formal; un artefacto que maximaliza la tensión entre la repetición y la diferencia de cualquier bicicleta. No-narrativo, o anti-narrativo, podría decirse que S.T. Orbea (Orduña) reclama la atención sobre sí, autorreferencialmente, de manera similar a cuando la obra minimalista enfatizaba su propia objetualidad icónica. Como resultado, el vídeo se centra en crear un diálogo entre el objeto examinado, el tiempo en el que la cámara se detiene en el objeto y la imagen en movimiento obtenida de esa atenta inspección.
Siguiendo la pista del nombre de la empresa, uno podría encontrar fácilmente que esta empresa familiar se fundó originalmente en 1847 en el País Vasco, en Eibar, como fabricante de rifles y pistolas, pero que tras la Guerra Civil española cambió su negocio y algunos años más tarde se convirtió en el mayor fabricante de bicicletas de España. Sin embargo, en S.T. Orbea (Orduña) no se hace explicita esa explicación histórica. La cámara disfruta contemplando los ensamblajes de los componentes que se ajustan a la naturaleza de este objeto tecnológico.