El complejo montaje distanciado de Forest of Bliss acentúa la presencia de las fuerzas cíclicas y los rituales de muerte de Benarés (los cuerpos desprendidos en el fuego o el agua). Mediante la repetición y la oposición, la intersección de motivos y la simultaneidad de las capas visuales y sonoras, cada rima va convirtiendo en familiar lo extraño. Unos 25 años después, Robert Fenz regresó a las localizaciones en las que Gardner filmó ésta y otras películas. Los lugares, así como algunas personas retratadas se corresponden, pero sobre todo se trata de la invocación y la evocación de una presencia ausente, la de Gardner en ese dédalo que desemboca en el Ganges. Cada localización queda enmarcada por un Cambridge invernal, previo a los viajes. En las ventanas de uno y/u otro, los cineastas se comprenden, entran en correspondencia.
FOREST OF BLISS. Robert Gardner, 1986, 16mm, 90', silente
CORRESPONDENCE. Robert Fenz. 2011, 16mm. 30’. silente.
TRT: 120'