Es el año 1500 o 1600. Nathalie se fue a nadar con los delfines a Egipto para reponerse de una operación. Luego se marchó a Ibiza. Su marido vende muebles por catálogo en París. Alguien la acompañó a Zara. Magdalena lee una narración escrita a partir de distintas conversaciones robadas en el Museo del Prado. Al desligarse de su origen, estas voces parecieran formar parte un conjunto ficticio y desordenado que se cruza con otros diálogos dispares frente a las obras de la famosa pinacoteca.