«¿Dónde estamos?», pregunta alguien. «En el bar», le responden. «¿Qué bar?», vuelve a preguntar. «El bar al que vienes siempre», le responden. Todo esto es aún más intenso si a esa hora tardía se visita a un amigo para ver cómo le va es un paseo repentino por las calles de Donostia, o todo lo que puede llegar a suceder durante un encuentro fortuito con un desconocido.