«He vivido la relación con el elemento marino en Les Morutiers como viví la relación al fuego en Pour mémoire. Me he sumergido en el vientre del barco como en otro vientre, y he dejado de sentirme realizador. Estábamos cerca del Círculo Polar. Había tres horas de luz sobre veinticuatro. Los pescadores trabajan así ocho meses de cada doce. «Sólo sabemos hacer esto», dicen. «Tomamos riesgos, y a veces una ola se lleva a un hombre; a veces, otra nos lo devuelve.» (JDP)