Un viaje que se introduce en la mente de Olivia, una actriz que mientras ensaya La Gaviota de Chéjov va desarrollando en paralelo su embarazo. Serge es su compañero en la vida real y comparten papeles también sobre las tablas, sin que sepamos cuándo empieza y cuándo acaba esa vida actuada y esa vida real, dónde empieza su casa y dónde el escenario. Olmo será el nombre del niño, pero también de la contradicción que surge cuando ella se ve obligada a echar raices como un árbol (el olmo) y detener el vuelo de la obra (la gaviota) para recluirse inmovilizada, tras una complicada gestación, en un quinto sin ascensor en París.