Como entrada a este homenaje a Luce Vigo, el “ángel guardián de Punto de Vista”, al decir de Jean-Pierre Rehm, presentamos esta joya que une a dos de sus más ilustres visitantes: Luce Vigo y Jem Cohen. Quizás lo que más se pueda destacarse es algo que en las sinopsis no suele mencionarse: la bonhomía. Y debe mencionarse porque en el resultado final se traslada y se nota por partida doble, cuando el que retrata y el retratado se miran con el corazón. Uno mira, el otro habla. La visitante francesa camina por su casa. El visitate neoyorquino le sigue casi del brazo. En medio, Ana Herrera, directora ejecutiva de nuestro festival en aquellos años, conduce la charla en esta película conversacional rodada en las alturas de Pamplona. Llueve, hora de ponerse la capucha, Luce nos habla de su infancia, nos habla de su padre, nos habla del cine… el banco donde se sienta será siempre el banco Luce Vigo.