La región central albergará, dentro de Punto de Vista, el estreno del esperado documental The Ballad of Genesis and Lady Jaye, dirigido por la cineasta francesa afincada en Nueva York, Marie Losier. The Ballad of Genesis and Lady Jaye podrá verse en Punto de Vista solo unos días después de su estreno mundial en la Berlinale.
Genesis P-Orridge, músico y escritor británico, ha sido una figura clave de la música alternativa durante más de 30 años. Artista de culto en el pre punk a través de la banda Throbbing Gristle (1975 a 1981) y del post punk a través de Psychic TV, está considerado además como el padre de la música industrial y un pionero del acid house y del tecno. No contento con romper los límites en el campo musical, a lo largo de su vida Genesis se ha ido situando en los límites de lo aceptable socialmente para llegar a cambiar su propia biología. Genesis se convirtió en mujer únicamente para parecerse a su amada Lady Jaye, hoy fallecida. La balada de Genesis y Lady Jaye es una historia de amor y operaciones quirúrgicas con el propósito de ser cada vez más el otro. Lady Jaye permanece hoy viva a través de la propia Genesis que, sin suscribirse ya a ningún movimiento, pero viviendo la vida como un experimento, ha hecho de su cuerpo una obra de arte. La propia Genesis ha dicho sobre Marie Losier, la directora de este documental, que “es como si Felllini dirigiera documentales. Tiene una manera nueva, muy radical de filmar y, sinceramente, creo que lo que Marie hace y el modo en que lo hace es el molde para lo que se hará en el futuro”.
Además, siempre dentro de La región central, Punto de Vista estrena otras dos películas llamadas a abrir camino dentro del género documental. Así, The Indian Boundary Line, del también músico Thomas Comerford (Kaspar Hauser) es un relato sobre las 12 millas de la calle Rogers Avenue en Chicago, que hasta hace menos de 200 años era la frontera entre los Estados Unidos de entonces y las tribus indias de la zona. La cinta examina la dicotomía entre un más o menos anodino paisaje urbano, con sus comercios, atajos entre parques, campos de golf y mesas de picnic, y lo simbólico, cargado de una historia casi desconocida. La otra película, el primer cortometraje de Mikel Zatarain, la bellísima Lanbroa, es también una reflexión sobre el paisaje, los cambios que llegan y lo que se nos muestra y queda oculto.