Una película que sigue los cuatro elementos y los mezcla, agua, tierra, aire y fuego, de “manera simple y musical” como lo definía su propia autora y como también se percibe en la lectura de poemas que acompaña a esta sesión: Luz, Agua, Una hoguera… Un film que nos invita a seguirlo sin un propósito intelectual, no hay narración, no hay argumento, solo pura exposición de los elementos: el viento, la nieve, el humo, de nuevo el aire… la estructura del cine, decía Tait, se parece mucho más a la estructura musical que a otra cosa. Aquí nos presenta una melodía de cuatro minutos.