Autorretrato ensayístico, película testamento de Emmer guiada por Leonardo, Benjamin y Proust, el cineasta emprende con ochenta años un viaje hacia el interior de la gruta de Pastena (pero imaginando Lascaux) en busca del origen del arte. Simultáneamente, poco a poco, retrocede paso por paso en su memoria hasta el inicio de su filmografía, dejando que la capacidad de sugerencia de las formas que salen a su encuentro ponga en marcha el mecanismo del pensamiento.