Si describiéramos este programa por meteorología diríamos que comienza a nublarse. De entrada, un cielo en blanco y negro, filmado en super8, exalta el grano del cine y se alterna con el color en este maravilloso festín de nubes en todas sus geometrías y volúmenes: cirros fugaces, palpitación de cúmulos, nimbos que bailan en mil figuras. Una película hecha con el ojo observacional de un Turner, de manos de un artesano de la imagen, en un paisaje alpino que donde el cielo no olvida la tierra.