"Una cabaña en medio del desierto. Varios jóvenes entran y salen de ella, tiran sus puertas y ventanas, convirtiéndola en un espacio abierto. La dicotomía entre interior/exterior desaparece, la destrucción conduce a la creación, se impone la libertad como radiante forma de vida. La relación entre lo que vemos y lo que permanece fuera de campo, entre imagen y sonido, tiene un carácter puramente natural, orgánico: Laida Lertxundi nunca engaña". Javier Estrada