Filmografía seleccionada: Paz (2021), Guerra (2020), 35 anos depois, O movimento das coisas (2014), O Atirador (2013), Times Are Changing, Not Me (2012), Sem Abrigo (2012).
Doclisboa, Mostra Internacional de Cinema de São Paulo, Porto/Post/Doc, MDOC - Festival Internacional de Documentário de Melgaço.
Estreno en España
¿Cuál es la guerra del título? Una primera respuesta sería la colonial portuguesa en África (1961-1974), aquella que ha golpeado a varias generaciones que todavía viven, sueñan, trabajan y mueren en ambas geografías, y cuya memoria sigue lejos de estar completa a día de hoy. Las anécdotas que corren por Portugal sobre aquella guerra, las pequeñas o grandes historias traumáticas que la gente cuenta o calla, nutren el argumento de esta película pensada, paseada, conversada y escrita por José Lopes, su actor principal, junto a José Oliveira, codirector con Marta Ramos. ¿Y quién es, o mejor dicho, quién fue José Lopes? Imposible no preguntárselo al ver Guerra. Pocas presencias más intensas y conmovedoras que la suya en el cine de los últimos años. José Lopes es aquí para empezar su personaje, Manuel alias «Manecas», un veterano de guerra que vive, camina y sueña —pesadillas, más que nada— en Lisboa, que tiene una compañera de la que se aleja y un hijo mejor que él. Tiene también una madre, en el cementerio, a la que va a ver por las noches para contarle las cosas del día. Y muchos fantasmas alrededor: los compañeros de batallón sobre todo, los veteranos con los que queda a comer, beber, cantar, llorar, todos presentes aunque no todos vivos ya. Pero hay un segundo sentido para ese mismo título, que apunta a lo permanente de todas las guerras, las de ayer, las de hoy, las de todos los días. Las que no tienen que ver con Manecas sino con Zé Lopes y con todo el mundo. Esas son las guerras para las que la película reserva sus sombras y su luz más cruda, las que condensa, estructura, elide, simboliza, espacializa, temporaliza. Lo dice Ana, la psicóloga, en una de las más extraordinarias secuencias de la película, con palabras e imágenes encabalgadas, mientras escuchamos filtrarse el café (¡el café!): «Huiste a África, te metiste en un barco, meses y meses, mataste, viste morir... ¿y volviste cambiado? Moriste mil veces, te mataron mil veces, mataste mil veces... ¿Salazar? ¿Los negros? ¿El mundo? ¿El dinero? ¿Tú?».
Manuel Asín