Una película hecha sin duda con los ojos humedecidos de principio a fin. Después de la muerte de su madre, el cineasta Eric Pauwels le dedica este sentida carta de amor en forma de filme, consciente de que tras su desaparición el mundo se ha alterado por completo. El mundo propio pero también el mundo ajeno. A través de las imágenes que conserva de ella, de objetos cotidianos y recuerdos infantiles, vuelve la vista atrás a su relación materno-filial. La evocación poética, el mejor mecanismo del recuerdo. Guiado por sensaciones efímeras y citas literarias, nos regala un magistral diario íntimo en el que combina su archivo familiar, puesta en escena e imágenes domésticas para reflexionar con infinita sabiduría sobre cómo aprender a mirar nuestro mundo con los ojos de los que ya no están entre nosotros.
Estreno en España