Estreno en España
Adam, bailarín aficionado y saxofonista, decide hacer una nueva versión de un ballet titulado Suite canadienne, de Ludmilla Chiriaeff, que se emitió por primera vez en la televisión quebequesa en 1958 y en el que participan bailarines vestidos de campesinos.
¿Qué es realmente una investigación artística? Suite canadienne sigue a un grupo de bailarines que, dirigidos por el artista Adam Kinner, buscan reescribir un ballet fundacional, Suite canadienne, de Ludmilla Chiriaeff. La pieza original se situaba en los orígenes coloniales de Quebec y especulaba una época a través del movimiento. En el presente, Kinner y su equipo buscan explorar la importancia histórica de esta pieza y la figura de Chiriaeff, la madrina del ballet quebecoise. El material es espinoso: un poco de nostalgia de la condición de colonia tiñe de complejidad las lecciones de esta historia supuestamente menor, la de la cultura de la parte francesa del país. El grupo está completamente abocado a acercarse a esta pieza de todas las maneras posibles: cómo vestir sus cuerpos, cómo desarmar los movimientos, como pensarse junto a los otros en el espacio de investigación. Sus cuerpos son indóciles y se intercambian en cada escena piezas de vestuario que pertenecen a una u otra identidad de género binaria. Según avanzan sus experimentos de movimiento y materiales (la luz, las voces y las telas), van descubriendo la biografía de Chiriaeff. Exilio, coreografías para la televisión pública, escuelas de baile para niños huérfanos, ideas sobre el lugar que tiene que ocupar Quebec en la historia cultural de su país. La suite canadienne es una película de proceso, del tiempo que cuesta comprender y reescribir una dimensión voluntariamente performática de la historia, recuperada desde un presente. Filmada durante los primeros años de la pandemia, la película explora secretamente otras cuestiones: qué pasa con los cuerpos ensamblados cuando se limita la posibilidad de reunión y de trabajo conjunto en el espacio, cómo se piensa la historia cuando el tiempo está siempre a punto de pausarse.
Lucía Salas