Esta vez son los reclusos los que toman la palabra y cuentan su experiencia en el taller (del que hemos visto el resultado en el filme anterior Oteiza) y van compartiendo en este interesante making of su aproximación a la figura de Oteiza. "Nadie puede herirme porque me escondo en mi ángel", lee uno de los reclusos entre los versos de Oteiza, mientras va formando con sus compañeros el friso de los apóstoles en el patio de la cárcel. "La protección en el vacío... Éste hombre es muy bueno”, comenta otro que le llama el señor Oteiza. "Yo no sabía como persona que era materia y que conmigo se podría crear espacio", le responde otro...