Estreno en España
No es de extrañar que se denomine escena del crimen. Cualquier acopio de materiales altera el significado de las cosas, de reliquias a chatarra y viceversa.
En los años diez del siglo veinte, en Colombia, un etnólogo alemán, Theodor Preuss, acumula piezas y copias de piezas autóctonas para mandarlas a Europa. En los años veinte del siglo veintiuno, un cineasta colombiano hace una película sobre esa colección. Han pasado más de cien años. Las miradas, los saberes y las ideas han cambiado. ¿Cómo hacer, hoy en día, una película que no caiga en la explicación, que no nos ponga en la posición de los expertos que perciben todas las contradicciones del pasado y de lo lejano pero ignoran que, a su vez, esas contradicciones nos miran y nos cuestionan? El cineasta dispone ante nosotros todos los elementos de la historia sin darnos una guía, sin imponerles un discurso. Respeta su heterogeneidad, acepta los desvíos y los enigmas, yuxtapone presente y pasado, piezas antiguas y trabajo actual, aprendizaje de la escritura y pulido de la madera, el discurso europeo de principios del siglo XX y un discurso autóctono que es, al mismo tiempo, actual y ancestral. Su historia está hecha de distancias que ni borra ni disimula. Distancias entre las culturas, entre los continentes y entre los tiempos. Sabe que el cine puede acercarnos lo lejano, pero es también un arte de las distancias. Un arte que puede hacernos sentir muy cerca de lo filmado, y al mismo tiempo, hacernos comprender que siempre quedará una distancia. Un arte que, al mismo tiempo que hace ver, crea puntos ciegos. Es bello lo que comprendemos pero aún más lo que vemos sin comprenderlo, sabiendo que tiene un sentido pero que ese sentido no quedará apresado por nuestro saber, por nuestra certeza. Y, al fin y al cabo, todo es también una historia de máscaras. Máscaras inalienables que no pueden abandonar su cultura. Y las máscaras con las que vivimos también; las máscaras que, por el lugar y la época en que vivimos, nos ha tocado llevar. Máscaras de otro tiempo o de otro lugar, pero también máscaras de hoy, las máscaras que llevamos ahora, aquí, mientras vemos la película.
Pablo García Canga