Imagen: Kazuo Hara, Noa Nagaoka. Sonido: Takeshi Ogawa. Montaje: Takeshi Hata. Música: T 80 Chochek compuesta por by D.K. Heroes. Producción: Koji Namikoshi, Sachiko Kobayashi, Kazuo Hara, Noa Nagaoka, Chihiro Shimano.
Filmografía seleccionada: Minamata Mandala (2020), Reiwa Uprising (2019), Sennan Asbestos Disaster (2017), The Many Faces of Chika (2005), A Dedicated Life (1994), The Emperor's Naked Army Marches On (1987), EXTREME PRIVATE EROS: LOVE SONG 1974 (1974), Goodbye CP (1972).
Shanghai International Film Festival, Busan International Film Festival, Hong Kong International Film Festival, IFFR, Sheffield Doc/Fest.
Fuera de competencia
Estreno en España
Entre 1938 y 1968, la planta química de la Chisso Corporation, ubicada en la bahía de Minamata, en la costa oeste de Japón, vertió aguas residuales cargadas de mercurio al mar de Shiranui. Ya en la década de los años cuarenta, los habitantes de las aldeas pesqueras de esta zona, que dependían del mar para su sustento, comenzaron a contraer una enfermedad cuyos síntomas incluían convulsiones, parálisis y deterioro sensorial, llevando, en algunos casos, a la muerte. A finales de los cincuenta, se reconoció oficialmente la enfermedad de Minamata como un trastorno neurológico causado por el consumo de metilmercurio acumulado en la cadena alimentaria. Llevó más de una década y numerosas acciones legales presentadas por las víctimas, respaldadas por un importante movimiento social activista, que los tribunales procesaran a Chisso por su negligencia y responsabilidad en el envenenamiento. En las décadas siguientes, las víctimas se han visto inmersas en interminables procesos de demandas, así como en debates sobre el reconocimiento de la enfermedad y el derecho a una indemnización. Los aspectos sociales y políticos de lo ocurrido en Minamata han sido documentados, entre otros, por Tsuchimoto Noriaki, quien llevó a cabo un impresionante trabajo de defensa de estas comunidades, dirigiendo una larga y comprometida serie de películas filmadas a lo largo de cuarenta años. El director Hara Kazuo sigue los pasos de Tsuchimoto, a quien está dedicada esta película, observando detenidamente «cómo la actitud negligente del gobierno y la política afectan a las personas en lo más profundo de sus corazones». Filmada y editada en un período de quince años, la película interactúa con un grupo de personas que disputan un nuevo proceso judicial contra las autoridades locales y aborda las complejas cuestiones (personales, políticas y científicas) que definen este problema ambiental. La larga duración de la película es esencial para compartir algo vital sobre la experiencia y la vida de estas personas y sobre la naturaleza prolongada de un problema que ha afligido a estas comunidades durante tanto tiempo y que nos preocupa a todos. Minamata Mandala es una reflexión profunda y urgente sobre el legado de las luchas de Minamata y una denuncia del fracaso sistémico de las autoridades para proteger a las personas afectadas por la enfermedad. Hara, conocido por sus contundentes documentales sobre la lucha de individuos que se oponen al sistema, dibuja un retrato de una lucha colectiva, ensalzando «el espíritu combativo de la gente de a pie».
Ricardo Matos Cabo