Andrés Duque se acerca a Oleg Karavaichuk con los mismos pasos silenciosos de gato con los que se acercó a Iván Zulueta. El retratado ahora es Oleg K., un músico que a sus 89 años continúa siendo una figura enigmática para la cultura rusa y más para la internacional. ¿Quién es este hombre que parece sacado de un cuento de Gogol? ¿Es acaso un siervo del Zar Nikolas II a quien le fue confiada la misión de mantener vivo el espíritu de aquel pasado? Oleg tiene el privilegio histórico de ser el único que puede tocar el gran piano imperial guardado en el Ermitage los días en los que el museo cierra. Pero también tiene un privilegio más actual: el de desafiar cada día con su arte la identidad de su país transformándose y reinventándose a cada instante.
2016 International Film Festival Rotterdam
Estreno en España