Segundo milagro del cine: crear una metamorfosis de lo filmado. El artista visual belga, rey de la manipulación artística de imágenes, concibe a través de fragmentos de Rashomon de Akira Kurosawa un nuevo filme en el que la escena de un grupo sedentario de samurais y geishas –que en realidad narran un crimen- se convierte por medio de un efecto espejo en la mágica aparición de una crisálida que despliega sus alas para desaparecer finalmente esfumada en el vacío.