«Las sombras desempeñan un papel esencial en la mezcla de soledad y paz aquí existente. Las estaciones se trasladan del jardín a la casa, proyectando ricas diagonales en la luz de primera hora de la mañana o del final de la tarde. Cada sombra es un sutil equilibrio de quietud y movimiento; muestra la inestabilidad vital del espacio. Su especial cualidad abre un pasaje a lo subjetivo; una voz dentro de la película habla al recuerdo. Las paredes son pantallas a través de las cuales paso a la intimidad habitada. Experimentamos un lugar a través de la perspectiva de dónde venimos, y escuchamos la voz de otro a través de nuestra propia acústica. El sentido del lugar nunca está separado del momento». (Robert Beavers)