Estreno en España
Ensayo audiovisual forense en forma de investigación performativa sobre el primer caso del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, en el que se adjudicaron condenas que reconocían la violación como una forma de tortura y la esclavitud sexual como crimen de lesa humanidad.
Foča es una pequeña población del sureste de Bosnia y Herzegovina, junto al río Drina. En la primera mitad de los años noventa, durante la guerra de Bosnia, las fuerzas de la República Srpska ocuparon la ciudad y aprisionaron a sus habitantes musulmanes, y los separaron por sexo. A las mujeres se las encarceló en distintos centros de detención (desde barracones de instalaciones militares hasta apartamentos privados en la ciudad, pasando por institutos de secundaria y centros deportivos) que se convirtieron en campos de violación, donde los paramilitares serbios agredían sexualmente a las prisioneras en cautiverio de una forma organizada, tal y como aconsejaban sus altos mandos, para mantener alta la moral para la batalla. Años después, estas atrocidades fueron juzgadas y condenadas por el tribunal de crímenes de guerra de la ONU, garantizando así condenas por violación como forma de tortura y por esclavitud sexual como crimen contra la humanidad: un avance crucial en la justicia internacional y los derechos humanos.
Silence of Reason da su particular respuesta a una cuestión que lleva siendo debatida desde que, en otra funesta guerra anterior, las cámaras que acompañaban a las tropas aliadas entraron en los campos de exterminio nazis: ¿cómo representar lo irrepresentable? Kumjana Novakova utiliza testimonios judiciales en primera persona (bajo un anonimato numérico) e imágenes de archivo. Con una sequedad forense, las declaraciones aparecen principalmente en forma de texto sobre la pantalla, mientras se nos muestran fragmentos de vídeo grabados en los escenarios reales, con una textura granulada que lo impregna todo y nos transporta a aquella guerra de los Balcanes mundialmente televisada en su tiempo. La cineasta construye, mediante un preciso montaje de texto, sonido e imagen, un ensayo sobre el horror dejando que el cuerpo de la obra hable por sí solo y comparta la memoria de las supervivientes. Silence of Reason es, en última instancia, un contenedor de memoria que nos confronta con la deshumanización; una película sobre y contra la injusticia y la violencia más aterradoras y absurdas.
Miguel Zozaya