La antesala del vuelo. La película nos conduce a través de una ciudad vieja, Uzupis, dentro de otra más anciana, Vilnius, y nos invita a asistir a su ruina, pero esa decadencia histórica se presenta solo en el primer plano. La maestría de Arunas Matelis esconde detrás una latencia-inminencia de que algo va a despegar, no sé sabe qué. ¿Su cine, su país, ambas cosas? En esa tensión previa está la gracia de este primer Ícaro todavía en tierra. Primer documental de Arunas Matelis, rodado en el año de la independencia de Lituania, cuando los cineastas de su país se desprenden además de la carga del relato y buscan narrar solo con la mirada.