En esta ocasión es Walaa de 16 años quien nos presenta un interesante ejercicio de metacine, con una voz que hace referencia a la filmación y con su propia mano que tantea y escruta el fondo de la imagen. Un drama con dos lunas. Una luna externa que todas las noches se planta en la noche con forma de interrogante y otra luna interna que no le deja dormir ante el recuerdo punzante del camino al exilio.