Retrato documental experimental de Sandor Lenard, medico y escritor húngaro y primo lejano de la directora. En 1938, Lenard, de familia judía, recaló en Roma huyendo del nazismo. Poco después, el Servicio de Registro de Sepulturas del Ejército de Estados Unidos le contrató para reconstruir los huesos de soldados estadounidenses muertos. Finalmente se encontró a sí mismo en un lugar remoto de Brasil, donde tradujo al latín “Winnie the Pooh”, lo que le dio una breve fama mundial. La película combina cartas personales, imaginería bélica abstracta, películas caseras, entrevistas y una performance infantil para crear una meditación íntima sobre el poder destructivo de la guerra.