Durante siglos, cada año, cada verano, el 8 de septiembre, multitudes de hormigas voladoras regresan al Monte de las Hormigas, en Italia, donde se aparean en pleno vuelo. Las hembras fecundadas crean nuevas colonias de hormigas, mientras que los machos mueren en tierra, a los pies del santuario construido en la cima de la montaña y dedicado a Nuestra Señora de las Hormigas. Turistas, curiosos y feligreses asisten cada año a este acontecimiento tan singular, y se convierten en testigos del misterio de la vida.