Cámara: Peter Hollander
Continuidad: Fernando Birri
Otra película de su época de estudiante. Sus primeros retratos, en total tres, como rápidos bocetos en un lienzo hechos a la velocidad del haiku. Un minuto y veinte segundos para retratar a Claudia, la niña con la sonrisa de agua. Tres minutos treinta para el cineasta Fernando Birri, compañero de Tait en la Escuela de Cine Experimental de Roma, y presentado aquí como una estatua que habla. Y dos minutos cincuenta para Saulat Rahman, su amiga de la India, la mujer que mira dos veces. Tres retratos que son también un dibujo del primer cine de Tait: experimentación en el montaje, insertos, repeticiones y cámara lenta.