Un recorrido histórico en clave de ensayo por el uso del mural y la pintada política en Teherán y un filme por el que su autor ha recibido una condena de seis años de prisión y 223 latigazos de castigo en su país. Keywan Karimi, a través de dos voces masculinas y una femenina, nos invita a un viaje por las paredes de la capital iraní, como el único espacio donde desarrollar la libertad de ideas y de expresión. También la propaganda del régimen. La revolución y sus movimientos en contra han luchado por tomar la palabra en unos muros donde los aerosoles, con la complicidad de la noche, no dejan de escribir “abajo la dictadura”.