Entre julio y octubre del 2009 la cámara cinematográfica propició y registró encuentros de exparejas así como de sus parejas actuales. Durante el desarrollo de este proyecto entró Noosfera, un encargo documental sobre el primer traslado del laboratorio PLAT a diversas instituciones museísticas. La exposición a este espacio de trabajo, maquinarias, libros y cintas de audio propició una fusión de ambos proyectos. Se trabajó desde entonces con nuevas intervenciones destinadas a derrocar la máxima gnóstica de que la plegaria de un hombre triste no tiene fuerza para alcanzar el pleroma.